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La pericia de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal Crónica es una entidad que engloba a dos patologías como son la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, aunque hay una tercera llamada Colitis Indeterminada, que se manifiesta con clínica de Colitis Ulcerosa, porque afecta al Colon, pero finalmente resulta ser una Enf. de Crohn, por el tipo de úlceras y evolución presentes.

      Estas enfermedades se caracterizan por la aparición de diarreas con dolor intestinal de tipo retortijones (realmente son espasmos de la musculatura intestinal) así como por la aparición de úlceras y son la localización de estas y su histología lo que va a determinar que se trate de una Enf. de Crohn (pueden aparecer las úlceras, desde la boca hasta el ano, con un predominio a nivel del Ileon terminal, en su ultimo tramo, que conecta con el intestino grueso), o bien, en la Colitis Ulcerosa, la aparición de úlceras se limita exclusivamente al Intestino grueso o Colon. En contadas ocasiones, las úlceras aparecen en el Intestino Grueso, pero por sus características histológicas y evolutivas se trata de una Enfermedad de Crohn, localizada en Colon. La evolución de la enfermedad es a brotes (épocas en las que las deposiciones aumentan en numero, no en cantidad, de 8 o 10 a 15 o 20 al día) mientras que entre brote y brote, tu ritmo suele ser de 3 a 5 deposiciones al día. Esto supone que, estando bien, vas a tener una media de 20 a  30 deposiciones a la semana, unas 80 a 120 al mes, es decir 960 a 1440 anuales, y ya nos hace pensar que estamos ante un tipo de personas que no tienen una vida normal, como el resto de personas sanas que son completamente válidas. También puede aparecer fiebre.

      La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII en adelante), a la hora de valorarla, sigue unas tablas de Valoración que usan los Equipos de Valoración de Incapacidades (E.V.I.), que son similares a las Tablas AMA (Asociación Médica Americana), aunque equiparan a este grupo de pacientes a los operados por cáncer, es decir, tienen en cuenta la clínica de estos:

–          Malnutrición y Mala-absorción: Si te resecan (o sea te cortan) un trozo de intestino, donde se absorben  alimentos y vitaminas, acabarás mal-nutrido. Además, en los tramos intestinales con muchas úlceras, al cicatrizar éstas, se produce la retracción fibrosa del intestino, que va a condicionar además la aparición de obstrucciones intestinales y nueva cirugía.

–          Anemia: Toda persona mal-nutrida acabará teniendo algún tipo de anemia (Microcitica: por falta de Hierro y Factor Intrínseco, o Megaloblástica, por falta de Ácido Fólico o Vitamina B)

–          Y, Pérdida de peso: también en relación con la malnutrición y mala-absorción.

     Sin duda que la Enfermedad de Crohn (E.C.) y la Colitis Ulcerosa (C.U.) son mucho más que esos tres síntomas, ya que, hoy en día, con la ingesta de vitaminas se evitan las anemias, y, con los preparados farmacéuticos, se palia en bastante grado la malnutrición y la pérdida de peso. La Enfermedad Inflamatoria Intestinal conlleva también una serie de síntomas  muy incapacitantes en la vida diaria, como el dolor abdominal, que, en tanto que dolor, solo lo siente el que lo padece; el tenesmo anal-rectal, la sensación imperiosa de querer ir al baño, aunque haga cinco minutos que se ha ido; la sensación de quemazón peri-anal, debida a la acidez de las deposiciones, que a su vez son líquidas, de difícil retención y que por ello condiciona la urgencia por evacuar. Tras la deposición, al paciente le queda una debilidad muscular en los miembros inferiores, que si no repone con suero fisiológico (afortunadamente tenemos el “Aquarius” (no es publicidad, da igual que sea el de Mercadona o del Eroski), estará mal el resto del día si no repone los electrolitos (sodio, potasio, etc.) perdidos. En resumen, hay un mal estar general, con o sin fiebre, que no es la situación ideal para trabajar, por lo que las bajas laborales son, según los casos, bastante frecuentes y mal toleradas por las empresas.

    Luego están los síntomas extra-intestinales, como las artralgias de pequeñas articulaciones (dedos de manos y muñecas), sacro-ileitis, espondilitis anquilosante, muy incapacitante, que afecta a un pequeño grupo de pacientes. Afectación de la vista, como la uveitis; del hígado, como la cirrosis biliar, etc. Este tipo de síntomas más graves sí están contemplados en las Tablas de valoración.

      Como vemos, estamos ante un tipo de paciente que de por sí ya manifiesta ser menos válido. Es pues una Minusvalía, de momento de por vida, que tiene un gasto extra de farmacia bastante  elevado, y no digamos en higiene personal, por lo que aquella debería ser al menos del 33% para compensar (desgravar) de alguna manera la medicación que han de tomar el resto de sus vidas, necesidad que no tienen las personas sanas.

      En algunas ocasiones, no en todas, esta enfermedad también limita ciertos tipos de trabajos para los que habría que solicitar una  Incapacidad Total o Absoluta, según los casos; por ejemplo, un conductor profesional, un piloto de avión, un trabajador de la construcción, de una fábrica de montaje, etc., pues otras profesiones en cuyo desempeño se cuenta con un baño cerca sí podrían desempeñar su labor, aunque a veces a duras penas.

     ¿Y el tiempo libre? Pues como ocurre la mayoría de las veces, la enfermedad aparece en la etapa de adolescencia y juventud, los pacientes se vuelven más introvertidos y dejan de salir con los amigos, ya que no se sienten normales, alguna vez han tenido un “percance” que no han podido evitar, “por no llegar a tiempo” y los amigos que no conocían de su enfermedad se han burlado de él. Por ello, se hace necesaria a veces la ayuda psicológica, que no tiene por qué provenir de un psicólogo, si tu Médico de cabecera tiene “feeling” con el paciente, puede ayudarte, o incluso un amigo/a que te comprenda. Pues esa ayuda psicológica, también cuenta, pero solo si es por el profesional de turno.

Peritos Médicos Crespo.  

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